martes, 14 de agosto de 2007

Introducción a una junta de Familias Anónimas

A pesa de que la tragedia de la drogadicción y del alcoholismo es dl conocimiento general, poca gente está consciente del efecto en la familia del enfermo. Nadie puede entender el infierno tan especial por el que pasa.

La suya es una vida de crisis diaria, confrontaciones frecuentes y estrés sin esperanzas.

Hay muy pocas frustraciones comparables con la de observar como un ser amado se encamina hacia la autodestrucción. Gente que trabaja duro, honesta, gente consciente se encuentra a sí misma sin esperanza y sin dinero.

El enfermo robará a su propia familia. Él mentirá, engañará, tendrá líos con la justicia. Los ricos, los de clase media y los pobres, quienes nunca en toda su vida han visto la cárcel, se verán obligados a dar una fianza para el enfermo y su familia.

La familia siente vergüenza de confiar sus problemas a sus parientes o más cercanos amigos. Muy a menudo, sacerdotes, psiquiatras y terapeutas ofrecen poca ayuda. Pero una organización de amigos en el suffrimiento ha probado ser beneficiosa.- Familias Anónimas-.

El recién llegado encontrará un cálida bienvenida, cuando a una junta por primera vez. Ahí verá jóvenes y viejos, hombres y mujeres de todos los niveles de nuestra sociedad, sentados en semicírculo. Uno de los miembros (uno diferente cada semana), servirá como coordinados.

El coordinador lee el formato, en el que explica que es una organización no lucrativa, autosuficiente, basada en un absoluto anonimato. Sólo se usan los nombres propios. El luga de reunión podría ser una iglesia, hospital o salón de un club para tal fin. Cuando se pasa "la canasta" alrededor, la mayoría de los miembros pueden poner algún dinero, para ayudar con los gastos, los cuales son mínimos, tales como renta y café, té o refrescos.

El coordinador comparte sus experiencias, lo que lo trajo a "Familias Anónimas", cómo era él antes y cómo se siente y es ahora. Después él hace la presentación del libro: FAMILIAS ANÓNIMAS "LOS DOCE PASOS," y lee uno de ellos para ser estudiado. Cada miembro lee un párrafo, al ir pasándose el libro. Al final de la lectura los miembros comparten sus respuestas de cómo dicho paso los ha ayudado.

Entonces a los miembros se les pide que compartan experiencias, el relato de un incidente permite a un miembro "desahogarse." Aquí él puede hablar libremente a compañeros del grupo, quienes lo entienden y a quienes les importa. ¡Ellos han pasado por los mismos horrores!

A menudo el compartir es algo positivo. Quizá el enfermo por decisión propia se haya integrado a un programa de rehabilitación. Todo el mundo es feliz, porque él y su familia están juntos aprendiendo acerca de un problema mutuo. Asimismo, cualquier éxito que se logre significa que ellos también tienen esperanzas, aunque en eso, no hay garantía.

Conforme los miembros se desahogan, el recién llegado a veces se impresiona al oir las historias ¡tan malas y amenudo peores que la propia! Él se da cuenta que la suya no es la única tragedia. Empieza a sentir que él es parte de esta familia. Al final de la junta, estará listo para hablar de su propio problema.

Al empezar a hablar, el recién llegado puede ver cabezas asintiendo. Él ve sonrisas comprensivas. Entonces él se da cuenta de que no es el únic que consideraba tener su infierno privado. Se da cuenta de que no es el único. ¡Todo el mundo ha tenido las mismas experiencias!

Habiendo roto el hielo, el recién llegado se vuelve receptivo a las sugerencias que escucha. Parte de las baes de "Familias Anónimas" lo ha ayudado.

Algún miembro dirá como su enfermo rompió una regla en su propia casa: "En esta casa no se usa droga." ¡el neófito se asombrará escuchar a este miembro decir cómo le ordenó a su hija que se fuera de la casa, a causa de esa violación! Otro contará el dolor d eno haber querido dar la fianza para su enfermo.

Una madre llorosa relata cómo tuvo que establecer una "medida de protección", la cual prohíbe al que se droga regresar a su casa, so pena de encarcelamiento.

Al irse relatando tales incidentes, el recién llegado escucha a los miembros antiguos repetir el principio que dicta tomar tales medidas tan necesarias, tu debes proteger tu bienestar personal.

Otro miembro habla acerca de las "Tres Ces"
  • Tú no CAUSASTE el problema.
  • Tú no puedes CONTROLARLO.
  • Tú no puedes CURARLO.
La mayoría de los padres sienten que de alguna manera son culpables de causar el problema. Las "Tres Ces", expresan el hecho de que nadie causa la dependencia química, nadie puede controlarla y nadie, excepto el enfermo en sí, puede empezar el proceso de recuperación.